Estoy
leyendo “La Rosa Separada” de Editorial Rapa Nui Press. Encontré este libro en
la casa de Neruda en Isla Negra y lo compré porque mi marido y yo teníamos el
plan para ir a la Isla de Pascua.
El libro está constituido por dos
capítulos principales (se divide en dos partes). La primera parte muestra los
poemas que escribió antes de viajar a la isla. Como una parte de su gran obra
“Canto General,” que habla sobre la historia y geografía del continente americano, él dedicó cuatro
poemas a Rapa Nui de su viaje imaginario al lugar. La segunda parte es “La Rosa
Separada,” que está constituido por los poemas que escribió después de su viaje
real, que hizo 23 años después de Canto General.
Me
gusta la idea de juntar las dos partes en un libro para realizar algunos
mensajes fuertes sobre la relación entre la isla y el resto del mundo. Al leer
los dos capítulos, uno puede notar que Neruda había tenido gran fascinación por la isla, su cultura, naturaleza y mitos. Dicha fascinación se
expresa en su primer capítulo, pero con su viaje real, se dio cuenta de que él
era nada más que un turista, y aunque quería tener una conexión especial con
ella (como el escribió <Viajé a
recuperarlas (se refiere a las estatuas de moai), a erigirlas en mi domicilio
desaparecido> ) , no pudo.
“ ¡Aquí a
vivir! ¿Pero también nosotros?”
“ (los viajeros) son los nuevos Simdbades y
Colones, sin más descubrimiento que la cuenta del bar”
(IX Los Hombres)
Este
sentido de desencanto no es único de Neruda. De hecho, como un gran poeta nos
enseña la distancia que hay entre los indígenas que viven allí y nosotros los turistas.
Cuando
fuimos a la Isla, viajamos con otros turistas japoneses. Alquilamos un coche y
fuimos alrededor de la isla para visitar los moais. Sacamos miles de fotos de
los moais y con ellos. Disfrutamos el cielo que cada hora tuvo diferente color
o forma de nubes, y el hecho de que estuviéramos en una isla aislada llena de
misterio.
En el
ultimo día de nuestro viaje, solo mi marido y yo decidimos visitar un sitio que nos había
llamado la atención. Era un campo que tenía una bandera grande que decía
“luchamos por la independencia.” queríamos conocer la historia detrás de este
bandera, pero no podíamos porque nuestros amigos no tenían interés.
Una
mujer de edad nos recibió y nos explicó la intensión de este sitio. Me dijo que
una alto porcentaje de los Rapa Nui quieren que los chilenos se vayan de la
isla. Me explicó que el gobierno chileno se ha aprovechado de los Rapa Nui y
sus moais. Ha recibido turistas en los sitios “turísticos” sin decirle que debajo de las
estatuas hay cuerpos de sus antepasados.
Me
preguntó,“ ¿Como te sentirías tu si vinieran los turistas y caminaran sobre el
cementerio de tu familia? y si además el ingreso de este “turismo” no se
invierte en el bienestar de tu comunidad, sino que esté utilizado afuera de tu
país?” Ella siguió explicándome que los Rapa Nui tienen su propia raza, cultura
e historia, y no se sienten como parte de Chile, que la situación actual es un robo.
Me dio vergüenza que nosotros no
supiéramos nada, que hubiéramos sacado miles de fotos chistosas con moais, las
“trick photos” que parecen como si estuviéramos tocándolos, besándolos, o
saltando sobre ellos. para nosotros los turistas son maravillas del mundo, son
mitos, pero para los indígenas ellos tienen significados más profundos y
concretos.
Tal como
escribió Neruda de su desencanto de si mismo,
<Una ves más llegamos a mancillarte,> me sentía mal en frente de esta
señora y quería pedir perdón. De hecho, el escribió ; <perdónanos a nosotros los parlanchines del mundo; hemos venido de
todas partes a escupir en tu lava.>
En uno
de los últimos poemas el dice < …Si
navegáramos tropel hacia la isla, si todos fueran sabios de golpe y acudiéramos
a Rapa Nui, la mataríamos… > . Podríamos matarla o al menos hacer crecer
la desconfianza de los locales en los turistas a causa de su ignorancia.
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